Muerte de san Luis Bertrán

Muerte de san Luis Bertrán

Jerónimo Jacinto de Espinosa (Cocentaina, 1600 - València, 1667)

Lienzo de altar del retablo de la capilla de san Luis Bertrán en el convento de Santo Domingo de València que cubría la urna con la reliquia del cuerpo de este glorioso valenciano. Espinosa describe en esta composición el prodigio de la expiración de san Luis Bertrán, cuando salió de su boca un resplandor muy grande que alumbró la celda en el mismo instante de su muerte, ocurrida el 9 de octubre de 1581 en el Hospital de Pobres Sacerdotes de València. En alto, en un rompimiento de gloria revolotean ángeles niños y mancebos, de fuerte y sólido naturalismo, y junto al cuerpo sin vida del santo dominico, tendido sobre un túmulo cubierto de bayeta roja, aparece sentado el Patriarca san Juan de Ribera, que asistió al dominico en su agonía. Por detrás del prelado, varios religiosos observan la escena. Completan el grupo dos caballeros, Francisco Luis Blanes, caballero de Santiago que había sido jurado de València, y Onofre Dasí, ciudadano y síndico de la Ciudad, quienes fueron testigos de lo acontecido a la muerte de san Luis Bertrán. La austera gravedad de la composición, cúbica y maciza, la intensidad y verdad de los rostros y la belleza de los ángeles, hacen del lienzo pieza capital en la pintura religiosa monástica española.

Espinosa realizó esta obra para los dominicos sin coste alguno, en agradecimiento al santo por librar al pintor y a su familia del contagio de la peste en 1647. La pintura fue colocada en octubre de 1653. Años después, en 1655, el mismo pintor realizó cuatro grandes lienzos con pasajes de la vida del santo, cuyo coste total ascendió a trescientas veinte libras, que estuvieron colocados en los muros de la capilla del santo. Con la desamortización de 1836, las cuatro pinturas pasaron también a formar parte de la colección del Museo de Bellas Artes de València: San Luis Bertrán en el milagro de la cruz en el árbol (Inv. 2390), El milagro de la pistola convertida en crucifijo (Inv. 4148), La extinción del fuego en Albaida (Inv. 4245) y El milagro de la mujer que convirtió en Indias con la disciplina (Inv. 4280).